domingo, 20 de agosto de 2017

El piercing: un problema de salud bucal


Uno de los principales problemas de salud que atienden los odontólogos, además de las caries, son los padecimientos por el uso de ‘piercings’ en la boca.

José Sanfilippo Borras, catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dio a conocer las afectaciones y problemas del lenguaje que provocan estas perforaciones.

El fundador de la cátedra de Historia de la Odontología, reconoció que es importante la prevención para evitarenfermedades crónicas, pues la atención bucodental representa un gasto considerable para el sector salud.

Explicó que actualmente se tienen serios problemas dentales causados por las perforaciones el uso de este tipo de accesorios en lengua y labios, pues generan desgaste, fracturas e irritaciones periodontales, hasta cambios en la dicción.

El también coordinador del posgrado de Ciencias Médicas y Odontológicas de la Salud en la máxima casa de estudios del país, afirmó que lavarse los dientes tres veces al día y acudir frecuentemente al dentista, son algunas de las principales medidas preventivas.

Otra de las investigaciones que se han realizado a lo largo de los años, es la posibilidad de contar con una vacuna contra la caries, pero debido a que esta afectación es multifactorial, su efectividad se analiza.

En tanto, la ingeniería genética permitiría intervenir vía intrauterina padecimientos como labio leporino y paladar hendido, expuso.

En su visita a la capital zacatecana, con motivo del inicio del primer Encuentro Internacional de Historia de la Odontología, refirió que resulta esencial hacer una revisión histórica de los hechos y momentos que han permitido rectificar algunos procesos, para fortalecer lo que se ha planeado a fin de poder crecer y ser más fuertes en el futuro.

Apuntó que uno de los retos de la odontología es el avance de los implantes, que son el futuro de las prótesis; asimismo, la utilización de células madre para implantar nuevas piezas dentales y regenerar el tejido conectivo.

Asimismo, llamó a los interesados a conformar la Red Mexicana de Historiadores de Ciencias de la Salud, la cual tiene como motivo principal valorar la identidad y actividades cotidianas de quienes forman parte de este medio.

miércoles, 16 de agosto de 2017

Endodoncia frente a implante




La European Society of Endodontology recomienda que se consideren de forma cuidadosa las ventajas y desventajas de ambos tratamientos-
  
 ¿Dientes naturales o implantes? Esa es la cuestión. Cada año, miles de pacientes tienen que decidir entre mantener un diente por medio de un tratamiento de endodoncia (tratamiento de conductos) o extraer el diente y reemplazarlo por algún tipo de prótesis artificial.


 La European Society of Endodontology (ESE) advierte a los pacientes que consideren las opciones de tratamiento cuidadosamente, y que tengan en cuenta las consecuencias a largo plazo. Recientemente ha habido una tendencia a extraer dientes que podrían haberse salvado con un tratamiento de endodoncia, sustituyéndolos por implantes colocados en el hueso maxilar. Tanto mantener como extraer el diente tiene sus ventajas e inconvenientes, si bien es evidente que debería darse prioridad a los tratamientos con los que se pueda salvar el diente natural, evitando la necesidad de reemplazar el diente mediante una prótesis artificial - un diente falso.  


    Desgraciadamente, cada año se siguen siguen extrayendo en Europa millones de dientes. En la gran mayoría de los casos un tratamiento de endodoncia podría haber mantenido esos dientes. La indicación de un implante o de una prótesis debería ser la de reemplazar dientes que ya se han perdido. Por tanto, respecto a los implantes o dientes artificiales la cuestión no debería ser: ¿dientes naturales o artificiales? sino ¿ausencia de dientes o prótesis sobre implantes?  


    Un tratamiento de endodoncia correctamente realizado puede mantener un diente siempre que se mantenga una buena higiene oral y el consiguiente mantenimiento profesional . Los implantes son una posible solución para reponer dientes ausentes, si bien no tienen mayores porcentajes de éxito que los tratamientos de endodoncia realizados en dientes naturales. Además los implantes a menudo necesitan un mayor seguimiento y mantenimiento, lo cual supone un coste extra, para asegurar su supervivencia. Es evidente que la mayoría de los pacientes preferiría conservar sus dientes naturales a llevar un implante u otras formas de dientes "falsos".  


    Gracias a las actuales técnicas de anestesia local, tanto los tratamientos de endodoncia como los implantes, son técnicas indoloras. En cuanto al coste, extraer un diente y reemplazarlo por un implante o una prótesis dental es más caro que el tratamiento de endodoncia y la posterior restauración del diente natural. Los dientes naturales permiten a los pacientes masticar eficazmente, de hecho, tras un adecuado tratamiento de endodoncia el diente funciona igual que cualquier otro, proporcionando una adecuada función masticatoria y una apariencia natural. La masticación con un diente artificial puede ser menos natural y agradable.  


    No importa lo eficaces que puedan llegar a ser las modernas prótesis dentales ya que ningún diente artificial puede reemplazar plenamente al diente natural. Desde la perspectiva de los pacientes preservar los dientes es lo más sencillo, y vale la pena con la ventaja de mantener sus dientes sanos y naturales. Desgraciadamente hay una tendencia a extraer dientes que podrían mantenerse y reemplazarlos de forma innecesaria por implantes. Los dentistas deben asegurar que los pacientes tengan la información y asesoramiento adecuado y proporcionarles el mejor tratamiento dental posible.  


lunes, 14 de agosto de 2017

Las bebidas energéticas ¿perjudican o no a tu salud dental?


Si eres de los que prefieren hidratarse con una bebida deportiva cuando sales a correr o durante tu rutina de ejercicios, o acostumbras consumir bebidas energéticas cuando sales con tus amigos, préstale atención a este artículo: un estudio reciente ha encontrado que podrían afectar al esmalte dental y han abierto el debate. Infórmate para que puedas tomar una decisión al respecto.

Pedro es un joven muy sano, le encanta correr y entrena todas las semanas para participar en cada maratón que puede. Mientras se entrena, le resultaba imprescindible  tomar algún tipo de bebida deportiva o energética que lo mantenga hidratado y fuerte para seguir practicando.

Sin embargo, hace un tiempo comenzó a sentir sensibilidad en los dientes y vino al consultorio en busca de una solución, para volver a tomar su bebida bien helada sin esa sensación de que se le congela la dentadura.

Para comenzar, le recomendé una buena crema dental para que se cepillara los dientes dos veces por día, como mínimo, y que visitara a un odontólogo. Pero también se llevó otra respuesta, que no se imaginaba…

Le conté, entonces, sobre un nuevo estudio desarrollado por unos investigadores de la Facultad de Medicina Dental de la Universidad del Sur de Illinois, según el cual las bebidas energéticas y deportivas pueden dañar el esmalte de los dientes y, de ese modo, aumentar las posibilidades de que se formen caries y de que se produzca sensibilidad, que es justamente lo que le preocupaba a Pedro.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores analizaron la acidez de 13 bebidas deportivas y nueve energéticas, que resultó ser diferente de acuerdo a los distintos tipos de bebidas, sabores y marcas comerciales.

Además, seis de ellas se relacionaron con sus efectos sobre el esmalte dental — que es la capa protectora de los dientes y que una vez que se daña no puede ser reparada.  En este punto, tanto las bebidas deportivas como las energéticas causaron daño.

Específicamente, los científicos sumergieron muestras del esmalte de dientes humanos en tres bebidas deportivas (Gatorade Rain, Powerade Option y Propel Grape) y de tres bebidas energéticas (Monster Assault, Red Bull y 5-hour Energy) durante 15 minutos.

Luego, sumergieron esas mismas muestras de esmalte  en saliva artificial durante dos horas y repitieron este procedimiento cuatro veces por día durante cinco días, reemplazando las bebidas a diario.

De ese modo, los investigadores intentaron simular lo que ocurre en la vida real y comprobaron que luego de cinco días de exposición a estas bebidas, la pérdida del esmalte dental fue evidente: alrededor de 1.5 por ciento con las bebidas deportivas y un 3 por ciento con las bebidas energéticas.

Al darse a conocer estos resultados, que fueron en el medio especializado General Dentistry, la Sociedad Americana de Bebidas los descalificó, entre otras cosas, porque la investigación no se ha realizado en personas y porque consideran que nadie conserva la bebida en su boca durante 15 minutos.

Además, la sociedad aseguró que no es justo responsabilizar a un sólo producto (que además dicen que los productos son diferentes) por el daño al esmalte dental y la formación de caries cuando en verdad esto se debe a muchos otros factores que tienen que ver con la higiene y la alimentación de cada persona en particular. Por su parte, las empresas productoras de las bebidas individuales también defendieron sus productos (como mencioné, dicen que sus bebidas son distintas).

En conclusión: como ocurre en otros casos, hay que ser prudente con las bebidas deportivas y/o energéticas. Evita que los niños menores de 12 años consuman estos productos, y si tú eres de los que consumen estas bebidas, presta atención:

No abuses de ellas, trata de minimizar su consumo, agrégales agua para que no sean tan fuertes, espera al menos media hora luego de haberlas tomado, antes de cepillarte los dientes* y, en lo posible, reemplázalas por agua lo más que puedas.

Con estos sencillos cuidados podrás seguir disfrutando de estas bebidas intermitentemente y, al mismo tiempo, podrás proteger tus dientes del daño que puedan causarles las bebidas energéticas y las bebidas deportivas.

Parece contradictorio pero lo que pasa es que las bebidas energéticas son perjudiciales para el esmalte de los dientes por el alto nivel de acidez que tienen. Se recomienda esperar al menos 30 minutos para cepillarse para no esparcir el ácido más dentro de la boca. La boca requiere unos 30 minutos para restablecer el nivel normal del ph.

La idea es perjudicar lo menos posible el esmalte, que, debilitado por los ácidos, sería más vulnerable también al cepillado.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Relación entre el azúcar y los dientes podridos

Según los Institutos Nacionales de Salud, el 42 por ciento de los niños de 2 a 11 años tienen caries, o cavidades.
Aunque regularmente se cree que las caries dentales solamente implica a los niños mayores y adultos, las caries de la primera infancia pueden desarrollarse tan pronto como comiencen a nacer los dientes. Las bacterias en la boca, los hábitos de alimentación, el cuidado dental y la dieta, contribuyen al desarrollo de caries en los niños. Comprender el proceso por el que se forman las caries puede ayudar a prevenir.

Las caries dentales dañan las áreas en las superficies duras de los dientes formando agujeros o grietas en los dientes. Si un dentista trata con prontitud estas áreas, el área podrida es sellada y se evita que se propague aún más en el diente. Si no se trata, la cavidad se puede propagar hasta afectar al resto del diente, las encías y los dientes adyacentes.
Las caries en los niños puede causar dolor, abscesos, dificultad al masticar, e incluso problemas relacionados con el crecimiento.
Curiosamente los dientes de tus hijos contienen bacterias de forma natural, y éstasprosperan en los azúcares de los muchos tipos de alimentos procesados ​​y bebidas no alcohólicas. Las bacterias florecen y en conjunción con los azúcares y ácidos producidos por el metabolismo de los azúcares forman una sustancia pegajosaconocida como placa.
La placa elimina los minerales que hacen que los dientes de tus hijos sean duros, permitiendo que las bacterias alcancen las superficies más suaves de los dientes, lo que al final se traducen en una mayor promoción de la caries. La exposición continua al azúcar permite que estas bacterias prosperen aún más, lo que acelera este proceso.