jueves, 14 de diciembre de 2017

¡No beses a tu perro en la boca!


Está bien amar a los animales, pero amarlos en exceso puede ser un problema... para ambos: besar a las mascotas o tener un contacto cercano con ellas podría propiciar la transmisión de bacterias entre perros y humanos, que podría elevar el riesgo de padecer enfermedades dentales.
La gente que besa a sus perros o deja que éstos les laman la boca y la cara suele ser más propensa a padecer enfermedades orales propias de sus mascotas, según un estudio llevado a cabo por investigadores japoneses.

"Muchas personas consideran a sus mascotas como otro miembro de la familia, por lo que tienen con ellos un contacto muy cercano; nuestro objetivo fue observar los riesgos que este tipo de comportamiento puede tener", comenta el Dr. Yoji Yamkazi, de la Universidad de Osaka, en Japón, y autor principal del estudio.

Para la investigación, se analizó la salud oral de 66 perros y la de 81 personas pertenecientes a 64 familias que habían frecuentado clínicas caninas o escuelas de entrenamiento.

Los investigadores buscaron en los participantes, animales y humanos, la existencia de bacterias causantes de periodontitis, una infección que daña los ligamentos y huesos que dan soporte a los dientes; asimismo, realizaron análisis genéticos para detectar el origen de las bacterias.

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Higiene dental para prevenir enfermedades


¿Has escuchado hablar de la relación entre la boca y el cuerpo? Lo que entra por la boca puede afectar al resto del cuerpo y viceversa. En otras palabras, la salud bucal es fundamental y está relacionada con la salud y el bienestar general.
Existe una relación entre la salud bucal y la salud general, ya que la boca está llena de muchas bacterias, de las cuales existen más de 400 tipos incluidas las relacionadas con las caries dentales, las enfermedades periodontales (de las encías) y los males sistémicos que afectan la salud. Por lo general, estas bacterias se mantienen bajo control con una buena higiene bucal, como el cepillado y el uso de hilo dental, así como con visitas periódicas al odontólogo. Cuando las bacterias perjudiciales crecen fuera de control pueden ocasionar infecciones en las encías y representar un punto de entrada de enfermedades al torrente sanguíneo.
La caries es una enfermedad infecciosa que tiene lugar por la acción de los ácidos que producen los microorganismos de la placa dental y que se caracteriza por la destrucción de los tejidos duros dentarios.

A estos factores se han añadido últimamente otros de menor importancia como la edad, el tipo de saliva y la inmunidad (“baja de defensas”). Los alimentos y los microorganismos atrapados en zonas donde se empacan a la hora de comer forman placa dentobacteriana o biofilm. Los ácidos atacan el esmalte produciendo primero la mancha blanca y posteriormente la cavitación (formación de un hueco) o destrucción del diente.
Además, cuando la caries da lugar a pérdidas de uno o varios dientes, estas ausencias, a su vez, conducirán a problemas masticatorios y digestivos, así como estéticos y de relación social. También es importante saber que una persona con alto riesgo de caries puede encontrarse en un momento dado con una mayor predisposición para padecer enfermedades sistémicas (diabetes, enfermedades del corazón, etcétera).
Una limpieza profesional —cada 3 o 6 meses— realizada por un odontólogo o periodoncista removerá la placa y el sarro en áreas difíciles de alcanzar, que son susceptibles a la enfermedad periodontal. Además, mostrará cómo debe realizarse el cepillado correcto.



Asimismo, la salud bucal puede evitar otras afecciones. Diversos estudios indican una relación entre padecimientos de encías graves y ciertas enfermedades que afectan el organismo, incluyendo la diabetes, el Alzheimer y males del corazón. De igual forma, diversas afecciones pueden repercutir en la salud bucal:
  • La boca puede representar un depósito directo para la contaminación bacteriana de los pulmones con posterior desarrollo de neumonía bacteriana.
  • Las personas con sistemas inmunológicos débiles tienen más probabilidades de adquirir infecciones micóticas (hongos) y virales en la boca. Un ejemplo de lo anterior es los “fuegos” labiales o el “algodoncillo”, que se puede presentar tanto en niños como en adultos.
  • Algunos trastornos de la sangre, gastrointestinales como el reflujo, enfermedades respiratorias y afecciones también pueden afectar la salud bucal, ya que los ácidos desmineralizan el esmalte de los dientes y pueden causar lesiones cariosas.
  • Los medicamentos que se toman para atacar otras afecciones pueden ocasionar boca seca, lo cual suele aumentar el riesgo de caries dentales, infecciones bucales de candidiasis y otros contagios bucales.

Por otro lado, las enfermedades cardiovasculares y los infartos se relacionan con la forma en que vivimos y con nuestras conductas poco saludables, como el ejercicio físico insuficiente, malos hábitos alimenticios o sobrepeso y obesidad.
Con respecto a lo anterior, los investigadores han descubierto que las personas que sufren enfermedades periodontales corren doble riesgo de contraer padecimientos de las arterias coronarias. Con el incremento en el riesgo de problemas de salud del corazón, incluidos la hipertensión, los males del corazón y los infartos, lo más recomendable es llevar a cabo medidas preventivas, como platicar con el odontólogo o periodoncista acerca de las medidas preventivas para mantener una buena salud oral.


martes, 21 de noviembre de 2017

La dieta en la Caries Dental

La dieta desempeña un papel fundamental en el desarrollo de la caries dental. Aunque no existe una relación directa entre malnutrición proteico–calórica y la caries, el déficit de vitaminas (A, D), calcio y fósforo puede ocasionar alteraciones en el desarrollo dentario y retraso en la erupción. Sin embargo son muchos los estudios epidemiológicos que correlacionan el consumo de azúcar con la prevalencia de caries y en los que se demuestra una clara asociación entre frecuencia de consumo y la ingesta entre comidas y caries .

Por otra parte son varias las características de los alimentos que pueden influir en el potencial cariogénico de estos: concentración de sacarosa, consistencia, aclaración oral, combinación de alimentos, secuencia y frecuencia de ingestión y pH de los alimentos.

La frecuencia en la ingesta de alimentos cariogénicos sobretodo entre comidas tiene una fuerte relación con el riesgo de caries, pues favorece cambios en el pH y alarga el tiempo de aclaramiento oral lo que incrementa la probabilidad de desmineralización del esmalte. Respecto a la consistencia y aclaramiento oral son varios los estudios que han observado que algunos alimentos, aun con un alto contenido de azúcar, pueden tener mayor solubilidad y son más rápidamente eliminados de la cavidad oral, mientras que alimentos con un alto contenido en almidón (pan, cereales, patatas) pueden incrementar la producción de ácidos y es más lenta su eliminación de la cavidad oral.

Puesto que la dieta es un factor determinante en el desarrollo de la caries es preciso dar una información adecuada a los pacientes. Además no hay que olvidar que un incremento en azucares no solo supondrá un mayor riesgo de caries sino también un riesgo incrementado a padecer obesidad, y así una mayor predisposición en adultos a sufrir enfermedades como la diabetes, las enfermedades cardiovasculares (hipertensión, colesterol), las respiratorias (apnea, asma), ortopédicas (fracturas) y hepáticas .

Establecer unos cuidados dentales a partir ya de los 12 meses de vida del niño, constituye una de las estrategias preventivas más adecuadas frente a la caries, incluyendo recomendaciones dietéticas y las instrucciones de cómo realizar una correcta higiene oral a partir de la erupción de los primeros dientes temporales. El control de dieta no sólo influirá favorablemente en la salud oral sino también en la salud en general del niño.

Los estudios epidemiológicos demuestran que la leche humana y la lactancia materna en los niños favorece el desarrollo físico y nutricional y supone unas ventajas psicológicas, sociales, económicas y ambientales, mientras que disminuye significativamente el riesgo de padecer un importante número de enfermedades crónicas y agudas. Así, la lactancia materna y como tal la leche materna por sí sola, no resulta cariogénica. Sin embargo, diversos estudios han demostrado que, en combinación con otros carbohidratos o administrada con un alta frecuencia por la noche o a demanda del niño, se asocia a caries tempranas en el niño. Caries que se desarrollan tan pronto el diente hace erupción, en superficies lisas, que progresan rápidamente hasta tener un impacto ampliamente destructivo en la dentición. Por el mismo motivo se hace necesario evitar el uso frecuente del biberón con zumos o hidratos de carbono. Puede usarse con agua, por ejemplo, utilizándolo como elemento tranquilizador mas que nutritivo.

Es aconsejable evitar comer entre comidas o limitar el consumo de azúcares a las horas de las comidas, donde el flujo salivar es mayor y permite un rápido aclaramiento oral. Este periodo de aclaramiento dependerá de la consistencia de los alimentos y la solubilidad de las partículas, además de características individuales como la masticación, cantidad y características de la saliva. Es, pues muy importante una baja frecuencia en la ingesta de carbohidratos.

Así se ha visto que alimentos que contienen entre un 15 y un 20 % de azucares, especialmente sacarosa, son de los más cariogénicos, sobretodo entre comidas. Sin embargo, existen otros carbohidratos como la fructosa, con mayor poder edulcorante que la sacarosa, pero con menor poder cariogénico. Del mismo modo, el xilitol, al no ser utilizado por los microorganismos para producir ácidos, no resulta cariogénico, e incluso tendría un efecto anticaries al incrementar el flujo salival, aumentar el pH y al reducir los niveles de Streptococcus mutans por interferir con su metabolismo

Por otra parte, existen diferentes alimentos que pueden tener efectos cariostáticos. En estudios con animales han observado que comidas con alto contenido en grasas, proteínas, calcio y flúor pueden proteger contra la caries. Las grasas cubren el diente, reduciendo la retención de los azucares y la placa, además pueden tener efectos tóxicos sobre las bacterias. Las proteínas incrementan la capacidad tampón de la saliva y tienen efecto protector sobre el esmalte. Conjuntamente las grasas y proteínas elevan el pH tras la ingesta de carbohidratos. Otro tipo de alimentos serían aquellos que a través de su masticación estimulan el flujo salival y, de esta forma, se tampona el pH ácido y se favorece la remineralización del esmalte.

En adolescentes es importante reducir el consumo frecuente de bebidas azucaradas pues supone un factor particular asociado al desarrollo de caries en los dientes.

Por otro lado, se hace necesario implantar sistemas para la promoción de la salud siendo clave la educación sanitaria, no sólo con programas específicos referidos al ámbito dental, sino que resultan más interesantes las estrategias de colaboración con otras especialidades mejorando en general la salud del individuo. En este apartado resaltamos los programas de educación maternal, las directrices sobre salud oral dirigidas al personal que trabaja en las guarderías, la prescripción de medicamentos sin azúcar y las acciones a nivel de las compañías de alimentación para que etiqueten, de manera adecuada, simple y uniforme el contenido de los alimentos.

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Comer frutas y vegetales reduce riesgo de diabetes

Las personas que comen más frutas y vegetales correN menos riesgo de desarrollar diabetes tipo 2, y consumir una amplia variedad de esos alimentos saludables sería clave para prevenir la enfermedad, según revela un estudio británico.
Los resultados, publicados en la revista Diabetes Care, no prueban que comer frutas y vegetales evitará la condición, que está relacionada con la obesidad y la edad avanzada, pero los investigadores dijeron que esto debería brindar a las personas más incentivo para mejorar su alimentación.
El estudio sobre más de tres mil 700 adultos estadounidenses reveló que aquellos que comían la mayor cantidad de frutas y vegetales por semana tenían menor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 durante 11 años que los que consumían las menores cantidades de esos alimentos.
El riesgo de diabetes también fue menor entre las personas que comían mayor variedad de frutas y vegetales, más allá de la cantidad concreta que consumían. Esto sugiere que las personas deberían focalizarse no solo en cuántas porciones de frutas y vegetales comen por día, dijo la investigadora Nita Forouhi, del Instituto de Ciencia Metabólica en Cambridge, Gran Bretaña.
"El hallazgo sobre la variedad en la ingesta es nuevo y emocionante, dado que demuestra que independientemente de la cantidad consumida, tenemos la posibilidad de obtener beneficios adicionales e importantes al escoger una variedad de diferentes frutas y vegetales como parte de una dieta equilibrada", agregó la autora.
Una porción equivale a media taza de vegetales cocidos o a una fruta fresca de tamaño mediano. Para el estudio, el equipo observó datos de tres mil 704 adultos de entre 40 y 79 años que participaron de un estudio más amplio sobre nutrición y enfermedades crónicas. De esas personas, 653 desarrollaron diabetes tipo 2 durante 11 años.
Del tercio con el mayor consumo -generalmente unas seis porciones de fruta o vegetales al día-, el 16 por ciento fue diagnosticado con diabetes tipo 2, comparado con el 21 por ciento del tercio de participantes con la menor ingesta de vegetales y frutas (alrededor de dos porciones diarias).
Los investigadores hallaron un patrón similar cuando se trataba de la variedad. Las personas que comían, en promedio, 16 tipos diferentes de frutas y vegetales por semana eran un 40 por ciento menos propensas a desarrollar diabetes que aquellas cuyo consumo promediaba los ocho tipos diferentes.
La variedad sería clave porque ayuda a asegurar que se recibe un amplio rango de nutrientes. Esto incluye no solo vitaminas y minerales, sino también fibra y compuestos de las plantas llamados fitoquímicos, que ayudarían a proteger a las células del daño que puede llevar a enfermedades crónicas.

martes, 17 de octubre de 2017

La Diabetes y su Relación Salud Bucal

La Diabetes Mellitus es una enfermedad metabólica crónica y degenerativa que se caracteriza por la secreción insuficiente de insulina y la tolerancia reducida a la glucosa. Afecta principalmente a los ojos, riñones, pies y cavidad oral.
Ejemplo de éstos son: cataratas, nefropatías, neuropatías, infecciones frecuentes, enfermedad vascular periférica, enfermedad coronaria, infecciones bucales con mayor propensión a la caries, enfermedad periodontal, abscesos y osteomielitis.
Las características clínicas bucales observadas en diabéticos no controlados son: boca seca, olor cetónico, sensación de ardor de la mucosa y lengua, encía color violáceo, problemas vasculares e infecciosos. Existe mayor predominio de cándida albicans, estreptococos hemolítico y estafilococos.
Las complicaciones
Dos de las características importantes de la enfermedad son los problemas vasculares y la reducción de los mecanismos de defensa. También es conocido que la función de los neutrófilos está gravemente perturbada cuando la sangre sufre cetoacidosis (elevación de la glucosa en la sangres).
Las infecciones son la causa más frecuente de la cetoacidosis y pueden localizarse en el aparato respiratorio, los genitales, el aparato digestivo, la piel y la cavidad bucal (a veces asintomática). Los síntomas: poliuria, polifagia y polidipsiaprincipalmente, así como anorexia, náusea, vómito, debilidad, vértigo y somnolencia, que aumentan gradualmente hasta el coma. Los efectos generales de las infecciones agudas son mucho mayores en diabéticos que en un sujeto sano.
La presencia de una infección en el paciente diabético no le permitirá tener un control adecuado de la glicemia (nivel de azúcar en la sangre), por lo que se recomienda mantener un estado de salud excelente, incluyendo la cavidad bucal.
El tratamiento del paciente diabético tiene por objeto mantenerla glicemia en cifras aceptables, obtener un buen estado nutricional, un desarrollo orgánico satisfactorio y tratar de evitar las complicaciones propias de este padecimiento. El logro de estos objetivos depende de la observación de una dieta apropiada, del uso de los hipoglucemiantes (cuando sea necesario), realizar alguna actividad física y visitar periódicamente al médico y al cirujano dentista.
Los diabéticos controlados presentan reacciones tisulares normales contra las infecciones y por ende, su organismo sufre una degeneración más lenta y sin complicaciones que el de un paciente no controlado. La enfermedad periodontal en los diabéticos no sigue un patrón uniforme, sin embargo, existe inflamación gingival muy marcada, presencia de bolsas periodontales profundas,
pérdida ósea rápida y abscesos frecuentes que favorecen la movilidad y pérdida de la piezas dentarias.
Existe una rápida y considerable formación de sarro, así como mayor propensión a desarrollar caries.

miércoles, 11 de octubre de 2017

Ocho consejos para reducir la hipersensibilidad dental



Si la sensibilidad se debe a caries o enfermedades periodontales, estas deben tratarse para garantizar que no se produzca una recaída. Si se origina por la abrasión del esmalte o por retracción de la encía, el tratamiento se basa en utilizar pastas dentales y enjuagues bucales especiales. El afectado, además, puede seguir varios consejos:

1. Cambiar el cepillo dental cada seis meses, porque al desgastarse daña el esmalte y favorece este problema. Asimismo, se recomienda adquirir cepillos de cerdas suaves.
2. Antes de ir a la cama, poner un poco de pasta dentrífica en los dedos o en un poquito de algodón y aplicarla en la zona sensible. Después se escupe la pasta, pero sin enjugarse con agua.
3. Probar con un enjuague de fluoruro. Estos, disponibles sin receta, pueden ayudar a disminuir la sensibilidad, sobre todo en quienes sufren problemas de caries.
4. Mantener la boca limpia. La placa, la sustancia blanca pegajosa que se forma sobre los dientes, produce un ácido que irrita las piezas.
5. Cepillarse con agua templada y evitar, en lo posible, la ingesta de alimentos y bebidas ácidos.
6. Eliminar de la dieta el exceso de azúcares y realizar un cepillado correcto después de todas las comidas.
7. Dejar de fumar; el tabaco está relacionado de forma directa con la retracción de las encías.
8. Con los niños hay que predicar con el ejemplo, que vean cómo sus padres se cepillan los dientes, y llevarles al dentista dos veces al año.

Preservar la salud dental mejora la calidad de vida


La odontología procura promover estas acciones al mismo tiempo que preserva la salud dental porque va de la mano con la salud en general: ?La boca siempre debe de estar sana porque es el centro de difusión de los microorganismos que entran al cuerpo humano?.

Marisela Abascal, especialista en odontopediatría, comentó que una cultura de prevención bucal y la disminución del consumo de azúcares nos ayudarán a mantener una dentadura sana que no repercutirá en la salud ni en la economía.

Añadió que las personas deben hacer conciencia de la importancia de cuidarse la boca para evitar que más adelante se tengan que quitar piezas dentales y posteriormente hacer tratamientos para el cuidado de las encías, que definitivamente va a reflejarse en los bolsillos?.
Desde el año 2000 se han realizado estudios que demuestran la relación directa entre la salud general y la salud bucal, un ejemplo de ello es que de cada 10 mujeres embarazadasque manifiestan problemas en las encías como es el sangrado de las mismas ?gingivitis?, siete tienen probabilidades de tener un bebé prematuro o de bajo peso.
También existen personas que desconocen que son diabéticas y mediante las revisiones dentales pueden encontrarse indicios de esta enfermedad que deben confirmarse posteriormente con otras pruebas; sin embargo, las revisiones dentales pueden prevenir problemas de salud más severos.
Abascal Meritano subrayó que para tener un buen estilo de vida en la vejez debemos cuidar nuestra salud bucal, sobre todo los primeros 17 años de la vida, y fomentar las medidas de higiene bucal. ?Los cuidados de la salud bucal deben iniciarse desde edades tempranas, inculcarlas en los niños hasta los 17 años y fortalecerlas en los jóvenes y adultos?.
Es importante manejar en los niños, desde que están en el nivel preescolar, hábitos alimenticios saludables y medidas de higiene bucal para que cuando lleguen a la edad adulta posean una dentadura saludable.
La especialista recomendó que antes de los tres años de edad los niños no deben consumir mucha azúcar ya que se pueden convertir en adictos, y además deben disminuir el consumo de carbohidratos e ingerir agua simple.
También aconsejó a las madres no darles chocolates ni caramelos cuando apenas empiezan a salir los dientes, ya que los alimentos azucarados entre comidas son nocivos para las piezas dentales:
Es mejor manejar colaciones que contengan proteínas y no carbohidratos o azúcares. Las galletas dulces son para acompañarlas con otro tipo de comida y no sólo como una colación?.
Marisela Abascal explicó que la caries dental se forma por un microorganismo aislado, siendo el más común estreptococo mutans, el cual se multiplica con los carbohidratos y los azúcares. El estreptococo mutans toma los carbohidratos, se nutre de ellos y se multiplica rápidamente destruyendo el esmalte del diente y una vez que penetra aniquila las sales de calcio, el fostato que contiene el diente, el magnesio que tiene el esmalte y deteriora la pieza dental.
Por último, invitó a la ciudadanía a practicar el cepillado de los dientes a través de la fórmula 2 2 2, que consiste en el cepillado de los dientes durante dos minutos al menos dos veces al día con dos centímetros de pasta dental para mantener una dentadura sana.
Es importante que los pacientes se autocuiden, la información se puede obtener en la Asociación Dental Mexicana (ADM), los Centros de Información de Enfermedades, también en Internet.

viernes, 6 de octubre de 2017

Una sonrisa reduce el estrés

Sonreír, aunque sólo sea con el gesto y uno no se sienta tan feliz, puede tener grandes beneficios en la reducción del estrés y del ritmo cardíaco, muestra un estudio.
Se sabe que cuando una persona se siente bien y contenta suele reflejar esas emociones con una sonrisa.
Pero los investigadores de la Universidad de Kansas, Estados Unidos, querían investigar si también ocurre lo contrario.
Es decir, ¿puede una sonrisa hacernos sentir bien aunque estemos enfrentando momentos de estrés?
Para ello decidieron investigar cómo los diversos tipos de sonrisas afectan la capacidad de una persona para recuperarse del estrés.
Tal como explican los investigadores, las sonrisas se dividen en dos categorías: las estándares, que utilizan los músculos que rodean la boca y las sonrisas de Duchenne, que involucran tanto los músculos que rodean la boca como los que rodean los ojos.
El estudio, publicado en Psychological Science, involucró a 169 estudiantes universitarios voluntarios.

El poder del optimismo
Los participantes fueron divididos en tres grupos y cada grupo recibió instrucciones para mantener durante los experimentos diversas expresiones faciales.
Al primer grupo se le colocaron palillos alrededor de la boca, para involucrar los músculos faciales y no hacerlos conscientes de que estaban sonriendo.
A los participantes del segundo grupo se les dijo que no sonrieran y mantuvieran un gesto neutral. Y el tercer grupo debía usar una sonrisa de Duchenne.
Mientras sostenían esas expresiones todos los grupos debían llevar a cabo una serie de tareas diseñadas para elevar los niveles de estrés.
"Esto muestra que sonreír, incluso estando en una situación de estrés o en la que quizás no te sientes bien, produce un efecto biológico que te impulsa a hacer cosas positivas tanto para tí mismo como los demás".María Elena Garassini
Por ejemplo, tratar de dibujar con la mano no dominante o sumergir las manos en agua helada.
Cuando llevaban a cabo las tareas, los investigadores midieron el ritmo cardíaco de los participantes y después estos informaron sobre el nivel de estrés que experimentaron.
Los resultados, dicen los investigadores, mostraron que los participantes a quienes se instruyó que sonrieran, tanto con la forma estándar como la Duchenne, mostraron una menor frecuencia cardíaca y dijeron tener menores niveles de estrés que aquéllos a quienes se les dijo que no sonrieran.
Aunque los que usaron palillos para verse forzados a sonreír mostraron una reducción pequeña en ambos niveles, los que usaron las sonrisas de Duchenne fueron los que mostraron los niveles más bajos.
Segun los científicos, "esto demuestra que sonreír, a pesar de que estemos atravesando periodos de estrés, puede ayudar a reducir la intensidad de estrés, independientemente de que la persona se sienta o no feliz".
Tal como explica a BBC Mundo la psicóloga María Elena Garassini, autora del libro "La Felicidad Duradera" y presidenta de la Sociedad Venezolana de Psicología Positiva, "este estudio confirma todo este cuerpo de investigación que ese está haciendo sobre el cultivo de las emociones positivas y sus efectos en la salud".
"Sonreír puede ser producto de estar pensando o sintiendo una emoción positiva y se sabe que en estas emociones están involucradas varias hormonas que reducen el nivel de estrés".
"Esto muestra que sonreír, incluso estando en una situación de estrés o en la que quizás no te sientes bien, produce un efecto biológico que te impulsa a hacer cosas positivas tanto para tí mismo como los demás".
Según María Elena Garassini, la investigación también confirma lo que otros estudios han mostrado sobre los efectos del optimismo en la salud cardiovascular.
"Ya se ha demostrado en muchísimos estudios que quienes tienen hábitos positivos, como buenas relaciones interpersonales o realizan actividades que les gustan y les hacen sentir bien, tienen una mejor salud cardíaca".
"Por eso los cardiólogos y los médicos en general recomiendan ahora a las personas que para tener una buena salud del corazón mantengan esos buenos hábitos" señala la psicóloga venezolana.

No descuides tus encías


¿Sabías que la mayor parte de la población padece algún tipo de enfermedad de las encías y no lo sabe? Algunas de estas enfermedades son la gingivitis y la periodontitis, las cuales pueden provocar la pérdida de los dientes si no se tratan a tiempo.

Ocho de cada 10 personas padecen algún tipo de enfermedad de las encías y no lo saben. Una de ellas, la periodontitis, es una enfermedad crónica producida por bacterias que afectan a la encía y al hueso de soporte. 

Puede atacar a uno o a varios dientes y su causa principal es la placa dentobacteriana, una película pegajosa e incolora que con mucha frecuencia se forma en los dientes (existen otros factores que pueden afectar la salud de la encía, como el tabaquismo y la diabetes). Los microorganismos de la placa dentobacteriana causan inflamación de la encía, la cual se vuelve de color rojo, se inflama y sangra con facilidad.

Por su parte, la gingivitis es propiciada por una higiene oral inadecuada y es reversible con un tratamiento profesional (que incluye el mejoramiento de los hábitos de higiene). Una gingivitis que no recibe tratamiento puede progresar y convertirse en una periodontitis. Las toxinas producidas por las bacterias de la placa dentobacteriana estimulan una respuesta inflamatoria crónica y dan como resultado la destrucción del tejido y el hueso.

La encía se separa del diente, formando bolsas (espacios entre los dientes y la encía) que se infectan. Si la enfermedad avanza, las bolsas se profundizan y se destruye el tejido de la encía y del hueso de soporte.

La periodontitis casi siempre es silenciosa. Sus principales síntomas, que pueden aparecer hasta que la enfermedad ya está en etapa avanzada, son los siguientes:

  • Enrojecimiento, inflamación o dolor en la encía.
  • Sangrado durante el cepillado, cuando se usa hilo dental o cuando se comen alimentos duros.
  • Migración de la encía hacia arriba en los dientes superiores o hacia abajo en los dientes inferiores, lo cual provoca que los dientes se vean más grandes.
  • Aflojamiento o separación entre los dientes.
  • Pus entre la encía y el diente.
  • Persistencia de mal aliento.

Por otro lado, hay varios tipos de enfermedad periodontal: gingivitis, periodontitis crónica, periodontitis agresiva, periodontitis como manifestación de alguna enfermedad sistémica, enfermedad periodontal necrotizante, abscesos periodontales y enfermedad periodontal relacionada con endodóncia.

miércoles, 4 de octubre de 2017

¿Recuerdas cuando tenías "dientes de leche"?

Se trata de una etapa de la vida por la que tenemos que pasar todos los seres humanos y que, no sabemos muy bien por qué, no es muy conocida por la mayoría de las personas. Hemos recopilado una serie de datos curiosos sobre los dientes de leche que te llamarán la atención.
 
1.  Los dientes de leche suelen aparecer entre los cuatro y los seis meses de edad.
 
2.  Comienzan a caerse cuando el niño tiene entre cinco y seis años.
 
3.  Al contrario de lo que la mayoría piensa, hay que cuidar los dientes de leche como si fueran “dientes normales. La razón de esto es que los bebés no están exentos de padecer dolencias bucales. 
 
4.  Aunque casi todo el mundo habla de dientes de leche para denominar a nuestro primer juego de dientes, el nombre más apropiado es dentición decidua.
 
5.  Lo que provoca la caída de los dientes de leche es, por raro que parezca, el empuje de los dientes definitivos.
 
6.  El origen del Ratoncito Pérez es un cuento inventado por el sacerdote jesuita Luis Coloma. Cuando Alfonso XIII contaba con tan solo ocho años de edad, desde la corte del Rey se encargó al padre Coloma la redacción de un cuento cuando a Alfonso se le cayó su primer diente. Desde entonces el Ratoncito Pérez ha ido ganando popularidad de tal manera que hoy, y desde hace algún tiempo, tiene una placa conmemorativa en la calle del Arenal (número 8) en Madrid.
 
7.  Hay algunas soluciones para aliviar el dolor de los bebés cuando empiezan a salirles los dientes: mordedores y comida y líquidos fríos.
 
8. Se les llama dientes de "leche" por su color blanco intenso como la leche misma, no por su relación con la ingesta de lácteos.

jueves, 28 de septiembre de 2017

Cáncer oral

El Consejo General de Dentistas ha puesto en marcha una campaña de diagnóstico precoz de cáncer oral. Una campaña que ayudara a muchos pacientes en detectar de forma precoz la aparición del cáncer oral como la prevención del mismo mediante la dieta.

El cáncer es una de las causas más comunes de morbilidad y mortalidad, más de diez millones de nuevos casos y seis millones de muertos cada año. Más de la mitad de los casos de cáncer están diagnosticados en países desarrollados. El 43 % de las muertes por cáncer se deben a los malos hábitos como fumar, beber alcohol, dieta no saludable y vida sedentaria. También algunas de estas muertes se deben a las infecciones. Los agentes infecciosos son responsables de las 25% de las muertes por esta enfermedad en los países en desarrollo cuando en los países desarrollados son en el 6% de los casos.
Hoy en día existe suficiente información para prevenir un tercio de los tipos de cáncer que existen en el mundo. Por ello la Organización Mundial de Salud insiste en la importancia de las campañas de prevención para todo tipo de cáncer.
Los últimos estudios en el campo del cáncer oral nos indican que una dieta saludable rica en frutas y verduras previene la aparición de esta enfermedad. Médicos y especialistas, tanto en nutrición como en salud bucal, aseguran que seguir las recomendaciones sobre consumo diario de frutas y verduras (cinco piezas al día en nuestra dieta), reduciría notablemente los casos de carcinomas orales, justo lo contrario a lo que está sucediendo actualmente.

Tal y como señalan desde el Consejo de Dentistas, el cáncer oral afecta fundamentalmente a la lengua y, contrariamente a lo que se piensa, puede aparecer incluso antes de los 40 años. El diagnóstico precoz es vital para ganar la batalla a este tipo de tumor, de ahí la importancia, no solo de cuidar nuestra boca con unos correctos hábitos de alimentación y de higiene, sino también de acudir a las visitas periódicas al dentista, ya que el cáncer en la boca suele presentar síntomas que sí son reconocibles por los especialistas.

Dile no al cáncer oral realizando un diagnóstico precoz de cáncer oral y siguiendo una dieta rica en frutas y verduras que ayudan a prevenir este tipo de lesiones.


Miel de Manuka y la caries.

Las bacterias naturales que se encuentran en la saliva se combinan con partículas de alimentos, especialmente carbohidratos azucarados y con almidón y ácidos que atacan la forma de los dientes y causan la caries.
Los estudios sugieren que una sustancia que se encuentra sólo en los tipos de miel de manuka puede ayudar a prevenir la placa de fosfato de calcio perjudicial en el esmalte dental.
El alto grado de miel de manuka, producido a partir de ciertos árboles nativos manuka presentes en Nueva Zelanda, puede ayudar a prevenir y reducir la acumulación de placa, que lleva a un menor riesgo de caries en los dientes.
La caries dental es frecuente, especialmente en los jóvenes. La reacción química en la boca después de comer y beber produce la placa, una capa pegajosa que a menudo se concentra justo encima de la línea de las encías, a lo largo de los bordes de las obturaciones de edad, y en los molares posteriores.
Si la placa no se remueve por completo y con regularidad, podrías tener caries. Si la caries no se elimina, puedes desarrollar un absceso doloroso o perder un diente.
La miel de Manuka se usa para tratar úlceras, infecciones y otras condiciones. La miel sin procesar contiene sustancias que generan un agente antibacteriano común, el peróxido de hidrógeno. La potencia varía mucho según la fuente de néctar, y otras condiciones. El peróxido de hidrógeno se degrada cuando se expone al calor o a la luz directa del sol.
El arbusto manuka tiene una propiedad única antibacteriana que se transfiere a la miel producida a partir de su néctar, de acuerdo con investigadores de la Universidad de Nueva Zelanda de Waikato. Los estudios demuestran que los agentes antibacterianos combinados en miel de manuka pueden ser más efectivos que otros tipos de miel.


Los investigadores encontraron que el componente de la miel de manuka, es principalmente metilglioxal, un fitoquímico que ataca directamente los radicales libres.

martes, 19 de septiembre de 2017

¿Para qué sirven las muelas del juicio?

Para explicar la existencia de las muelas del juicio o terceros molares debemos remontarnos a nuestros ancestros. ?Los hombres primitivos contaban con una mandíbula muy desarrollada y el espacio que tenían dentro de las arcadas donde están localizados los dientes era el adecuado para que existiesen estas muelas?, indica Ana Suárez, coordinadora Académica de la Facultad de Ciencias Biomédicas de la Universidad Europea de Madrid.

"Pero en la actualidad, los huesos maxilares son más pequeños y el desgaste que hacemos con la alimentación no es el adecuado para utilizar también las muelas del juicio", añade la doctora en odontología.

?Antes siempre teníamos dientes de más porque cabían en nuestros huesos y porque podían contrarrestar ese desgaste?, afirma.

Sin embargo, la función de las muelas del juicio cada vez es menor, destaca José María Suárez Quintanilla, presidente de la Sociedad Española de Cirugía Bucal (SECIB). El especialista afirma que existe ?un alto porcentaje de pacientes a los cuales no se les forman ni erupcionan?.

A algunas personas les salen las muelas del juicio y a otras no por razones ?genéticas, funcionales y clínicas?, señala el especialista.

Esto habitualmente tiene que ver con ?problemas de espacio, características del hueso, presencia de quistes o de otros dientes en el área de erupción?, aclara.

CADA VEZ MENOS

Para Suárez Quintanilla, existen múltiples razones que justifican que en el futuro estos molares aparezcan menos veces en la arcada dentaria del ser humano.

Asimismo, Ana Suárez señala que es probable que estas muelas dejen de salir. ?Pero la evolución es un proceso largo y estamos hablando de muchas generaciones?, puntualiza.

Aunque ya hay personas que presentan agenesia, es decir, no se les ha formado una de las muelas del juicio, dos, tres o ninguna de las cuatro. Estas muelas no salen ?porque no las necesitamos?, indica.

A otras personas sí se les forman las muelas del juicio, pero no llegan a brotar. Esto se conoce como muelas del juicio impactadas, apuntan los expertos de la Asociación Dental de California. ?Desafortunadamente, estas muelas pueden causar estragos debajo de la línea de las encías al crecer y dañar otras piezas dentales?, precisan.

Es posible que las muelas del juicio que han brotado parcialmente también originen problemas. ?Los pedazos de comida y las bacterias quedan atrapados entre estas muelas y la encía, lo que puede causar infecciones y enfermedades periodontales además de dolor?, sostienen.

Suárez Quintanilla indica que, en condiciones normales, las muelas del juicio tardan de tres a seis meses en salir. ?Aunque lo habitual es que el proceso eruptivo se prolongue en función de las características individuales de cada paciente?, comenta.

FALTA DE ESPACIO

Los individuos que tienen una arcada grande, pueden tener perfectamente sus muelas del juicio y, aunque noten ligeras molestias durante el proceso de erupción, en ocasiones ni siquiera son conscientes de que ya tienen esa muela, describe Ana Suárez.

La odontóloga asegura que las molestias ?aparecen en aquellas personas que no tienen espacio y en las que ese intento de salir que no lleva a ningún sitio se prolonga y se cronifica?.

De hecho, la mayor parte de los problemas derivados de las muelas del juicio se deben a la falta de espacio para su erupción, sostienen los expertos del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Navarra (norte de España).

Debido a esta carencia, los terceros molares pueden entrar en erupción con una trayectoria anormal, brotar solo parcialmente y colocarse de forma inclinada.

?La presión que estos molares ejercen sobre los dientes vecinos al intentar erupcionar produce un dolor que se puede irradiar a otras zonas de la boca, de la cara y del cráneo?, apuntan.

Esto se debe a que, a pesar de no existir el espacio necesario para salir, las muelas intentan hacerlo, explican. En ocasiones, el resultado es la movilización de los dientes vecinos que transmiten esta fuerza a los dientes anteriores y causan su apiñamiento.

Entre las complicaciones que originan las muelas del juicio, la más habitual es la pericoronaritis, es decir, la infección de los tejidos que existen alrededor de los molares. Pero también pueden crear dificultades a distancia como problemas cardiacos, pulmonares, articulares y dermatológicos, expresa Suárez Quintanilla.

Ana Suárez recomienda la extracción a aquellos pacientes que presenten inflamaciones cada pocos meses. También es necesario quitar la muela cuando una radiografía muestra que no tiene espacio para salir.

Por el contrario, si una muela del juicio se queda dentro del hueso, no da problemas y no necesita ningún tratamiento que vaya a molestar en la zona, no es recomendable extraerla. ?Solo se quitan si son molestas y vemos que no van a poder salir?, destaca.

Es un procedimiento invasivo seguido de un periodo post-operatorio. ?No es complicado, pero es molesto y no me parece coherente sufrirlo sin necesidad?, señala.

lunes, 18 de septiembre de 2017

Caries detonan enfermedades cardiacas


La caries severa es detonante de enfermedades cardiacas, señaló la especialista en estomatología, Lourdes Fonseca.

Indicó que caracterizada por la destrucción de algunas estructuras de los dientes, que inclusive causan su perforación, la caries se considera un problema de salud pública que no solo se traduce en pérdida de piezas dentales, sino que en casos severos promueve el desarrollo de afecciones cardiacas. 

La especialista manifestó que en la boca se alojan un sinnúmero de bacterias que pueden ingresar al torrente sanguíneo a través de las perforaciones que la cariesmuy avanzada produce en las piezas dentales. 

Añadió que una de las principales complicaciones como consecuencia de lo anterior, es el desarrollo de endocarditis bacteriana, una inflamación en las estructuras internas del corazón hasta donde llegan los micro-organismos tras viajar por el torrente sanguíneo. 

Agregó que, además de problemas cardiacos, una caries severa puede generar otras afecciones como artritis reumatoide, infecciones estomacales, sin omitir la pérdida de piezas dentales. 

Aconsejó acudir al dentista cada seis meses para evitar caries, así como revisar sudentadura de manera continua. 

Exhortó a los padres de familia a que orienten a sus hijos sobre la importancia de cepillarse los dientes tres veces al día, evitar el consumo de alimentos ricos en azúcar y almidones durante las comidas, así como visitar al dentista dos veces por año. 



Recomendó cambiar el cepillo dental cada tres meses, usar hilo dental y acudir al dentista si se siente algún tipo de molestia en la boca.