martes, 17 de octubre de 2017

La Diabetes y su Relación Salud Bucal

La Diabetes Mellitus es una enfermedad metabólica crónica y degenerativa que se caracteriza por la secreción insuficiente de insulina y la tolerancia reducida a la glucosa. Afecta principalmente a los ojos, riñones, pies y cavidad oral.
Ejemplo de éstos son: cataratas, nefropatías, neuropatías, infecciones frecuentes, enfermedad vascular periférica, enfermedad coronaria, infecciones bucales con mayor propensión a la caries, enfermedad periodontal, abscesos y osteomielitis.
Las características clínicas bucales observadas en diabéticos no controlados son: boca seca, olor cetónico, sensación de ardor de la mucosa y lengua, encía color violáceo, problemas vasculares e infecciosos. Existe mayor predominio de cándida albicans, estreptococos hemolítico y estafilococos.
Las complicaciones
Dos de las características importantes de la enfermedad son los problemas vasculares y la reducción de los mecanismos de defensa. También es conocido que la función de los neutrófilos está gravemente perturbada cuando la sangre sufre cetoacidosis (elevación de la glucosa en la sangres).
Las infecciones son la causa más frecuente de la cetoacidosis y pueden localizarse en el aparato respiratorio, los genitales, el aparato digestivo, la piel y la cavidad bucal (a veces asintomática). Los síntomas: poliuria, polifagia y polidipsiaprincipalmente, así como anorexia, náusea, vómito, debilidad, vértigo y somnolencia, que aumentan gradualmente hasta el coma. Los efectos generales de las infecciones agudas son mucho mayores en diabéticos que en un sujeto sano.
La presencia de una infección en el paciente diabético no le permitirá tener un control adecuado de la glicemia (nivel de azúcar en la sangre), por lo que se recomienda mantener un estado de salud excelente, incluyendo la cavidad bucal.
El tratamiento del paciente diabético tiene por objeto mantenerla glicemia en cifras aceptables, obtener un buen estado nutricional, un desarrollo orgánico satisfactorio y tratar de evitar las complicaciones propias de este padecimiento. El logro de estos objetivos depende de la observación de una dieta apropiada, del uso de los hipoglucemiantes (cuando sea necesario), realizar alguna actividad física y visitar periódicamente al médico y al cirujano dentista.
Los diabéticos controlados presentan reacciones tisulares normales contra las infecciones y por ende, su organismo sufre una degeneración más lenta y sin complicaciones que el de un paciente no controlado. La enfermedad periodontal en los diabéticos no sigue un patrón uniforme, sin embargo, existe inflamación gingival muy marcada, presencia de bolsas periodontales profundas,
pérdida ósea rápida y abscesos frecuentes que favorecen la movilidad y pérdida de la piezas dentarias.
Existe una rápida y considerable formación de sarro, así como mayor propensión a desarrollar caries.

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