domingo, 20 de septiembre de 2015

Cuidado de los Implantes Dentales

Los implantes dentales son una excelente alternativa para recuperar el funcionamiento masticatorio y estético de nuestra boca. Es un tratamiento que requiere de diversos estudios realizados previamente e indicados por el especialista para poder determinar el tratamiento a seguir, y así lograr un tratamiento exitoso.

Después de la colocación de los implantes y una vez lograda con éxito la fase de la osteointegración, que es cuando el implante se une estructural y funcionalmente al hueso que lo rodea y completada la fase protésica, que es la colocación de la corona dental sobre el implante, su mantenimiento depende principalmente del cuidado que haga el paciente de éste.


Para el cuidado de los implantes dentales se tiene que tomar en cuenta dos cuestiones fundamentales: 


  • Higiene bucal: el paciente es el encargado de realizar una higiene bucal precisa, diaria y exhaustiva (pasta dental, enjuage bucal, hilo dental, cepillo dental según las necesidades del paciente)
  • Revisiones periódicas: el odontólogo debe constatar que las técnicas de higiene son óptimas, que la oclusión es la indicada y que no existen factores que amenacen la durabilidad del implante. La periodicidad de las revisiones varia, pero suelen ser a los 3, 6 y 12 meses posteriores a la cirugía y seguidamente serán anuales o bianuales.
Los implantes se cuidan de forma similar a los dientes naturales, pero se tiene que ser mucho más minucioso y exigente a la hora de limpiar los implantes porque los implantes no tienen los sistemas de defensa natural que tienen nuestros dientes. 

Algunos pacientes emplean tanto para la limpieza del diente natural como del implante cepillos eléctricos y/o cepillos interdentales o seda dental para poder acceder a las zonas interproximales que son las zonas entre diente y diente o entre diente e implante. 

El factor de la higiene es fundamental, ya que si no se le presta atención las consecuencias pueden ser graves, por ejemplo pueden aparecer infecciones que generen agresiones y/o pérdidas óseas que lleven consecuentemente a su destrucción.

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